Del Monton

Destroyer
Cerca fue del castillo,
el de San Sebastiá,
de las barcas que amarran
a la orilla del mar.
Nunca tíº me quisiste,
yo vi ponerse el sol,
calabaza gigante:
ay, qué miedo me dio.
Pudo ser un amor del montó,
pero todo el montó era mí­o.
Y perdí­ la cabeza
y toqué pronto fondo.
Y se fue un pescador
al son del cante jondo.
Yo miraba al castillo
y me creí­a Franz Kafka,
y escribí­ una canció
que acabé en una tasca.
Pudo ser un amor del montó,
pero todo el montó era mí­o.
Pudo ser, pero nunca fue nada
y en nada se queda el montó.
Pudo ser un amor del montó,
pero todo el montó,
pero todo el montó,
pero todo el montó era mí­o.
Cerca fue del castillo,
el de San Sebastiá,
de las barcas que amarran
a la orilla del mar.