Mi Venus de marfil te agrietas Por las crueles cinceladas de la vida El fuego de la pasió ha muerto Y sus cenizas se enredaron en tu pelo
Pero siempre estoy triste
Desde el umbral a la luz miro El trágico jardí de nuestra existencia Y te observo mi árbol ajado Sufrir los azotes del constante otoño En cada hoja se va un recuerdo La desmemoria cabalga sobre el viento
Pero siempre estoy triste