El Principe de la Dulce Pena (Parte II)
De la luz soy el desterrado
tortuoso monólogo con la muerte,
llanto fíºnebre del alunado
lloro lascivia, lloro mi suerte
Lascivia demente de sacrílegos besos
dulce amargura del Paria caído
tu sangre es perfume, que una vez olido
hacen que ebrios recorran tu cuerpo,
mis labios de tus paredes presos
de tu juventud heridos
Mi cuerpo en mi ataíºd te espera (ah)
hecho de tristeza, sexo y madera
tintado con la sangre de un río
de tu lado oscuro, de tu rincó sombrío
Todavía mi tumba tiene impregnado
el olor de tus íºltimos besos,
todavía llora mi almohada tu ausencia
porque te tiene tan lejos
Que invoco tu nombre y aíºllo a la luna
soy la inmundicia, el que sólo te llena
soy... el que soy...
tu Príncipe, el de la Dulce Pena
Escucha mi jadeo que en tu cuello se aloja
¿luz o tinieblas?
Que tu alma escoja...