La Chica Triste Que Te Hacu00eda Reir

Enrique Bunbury
Si no te gustara tanto meterte en lí­os,
Si eligieras un camino asfaltado alguna vez,
Conservarí­as el sombrero norteño,
Y la chica triste que te hacia reí­r.
Aunque no la quisieras, ni ella a ti,
Tení­ais sed, siempre a la vez, en los mismos lugares, en los bares
Conservarí­as el bolsillo repleto,
Y la chica triste que te hacia reí­r.
Que no me lleven al hospital. No es que desconfí­e,
Es que no me fí­o de la medicina occidental.
Que no me lleven al hospital. Si ya me encuentro mejor!
Cuanto más viejo, decí­as, mucho más libre.
Menos plata que te arrebatan, y menos peso que cargar.
íšltimamente, vas muy ligero,
Sin la chica triste que te hací­a reí­r.
Siempre hay otro lugar en la frontera,
Siempre la esperanza queda, y quizás pueda ser mañana,
Que el amanecer te traiga de vuelta
A la chica triste que te hacia reí­r.
Que no me lleven al hospital. No es que desconfí­e,
Es que no me fí­o de la medicina occidental.
Que no me lleven al hospital. Ya estoy mejor!
Asegíºrate de que te dejen cerca de la parada,
La que esté más cercana, y te aleje de la diana,
Y no te preocupes, por no despedirte de nadie