Los Habitantes

Enrique Bunbury
Habitante de mi sangre,
desde entonces hasta ahora,
rompí mi promesa y dicen
que un contrato no se puede cancelar.
No fue la curiosidad
lo que me hizo huir con ella
razones personales
que algú día contare.
Y en mundos más allá,
o en mundos venideros,
nos echáremos de menos
o envejeceremos a la vez.
Ya no hay nada que temer
ya no hay nada que enseñar
se precipita mi debilidad
hacia la noche delta del amor.
Nómada del corazó
vendí flores sin aroma
el aguante es importante
y veni de la verdad estan.
No hubo otra posibilidad
lo que pasa es que me miento
prometo que no vuelvo
aunque sepa que ni lo intento.
Y en mundos más allá,
o en mundos venideros,
nos echáremos de menos
o envejeceremos a la vez.
Ya no hay nada que temer
ya no hay nada que enseñar
se precipita mi debilidad
hacia la noche delta del amor.
Ya no hay nada que temer
ya no hay nada que enseñar
se precipita mi debilidad
hacia la noche delta del amor.