con su bolso de piel marró
se sienta en un banco del andé
y espera que llegue el primer tren
Dicen en el pueblo que un caminante paró
su reloj una tarde de primavera.
Adiós, amor mio, no me llores, volveré
antes que de los sauces caigan las hojas...
Piensa en mi, volveré por ti...
se paró su reloj infantil
una tarde plomiza de abril,
en su huerto hasta la ultima flor,
no hay ni un sauce en la calle mayor
tristeza a fuerza de esperar,
si un tren silba a lo lejos.
uno tras otro los ve pasar,
mira sus caras, les oye hablar,
Dicen en el pueblo que el caminante volvió,
la encontró en su banco de pino verde.
La llamó: "Penélope, mi amante fiel, mi paz,
deja ya de tejer sueños en tu mente...
Mirame, soy tu amor, regresé..."
con los ojos llenitos de ayer,
no era asi su cara ni su piel:
"Tu no eres quien yo espero..."
con su bolso de piel marró