Testamento

Silvio Rodriguez
Como la muerte anda en secreto
Y no se sabe quй maсana,
Yo voy a hacer mi testamento,
A repartir lo que me falta
Pues lo que tuve ya estб hecho,
Ya estб abrigado, ya estб en casa.
Yo voy a hacer mi testamento
Para cerrar cuentas soсadas.
Le debo una canciу a la sonrisa,
A la sonrisa de manantial, esa que salta:
Le debo una canciу a toda prisa
Para que quede que estuvo cerca, agazapada.
Le debo una canciу a lo que supe,
A lo que supe y no pudo ser mбs que silencio:
Le debo una canciу, una que ocupe
La cantidad de mordazamor de un juramento.
Le debo una canciу a los pecados,
A los pecados que no gastй, los que no pude:
Le debo una canciу, no como hermano,
Sуlo de sal que el delectador tambiй alude.
Le debo una canciу a la mentira,
A la mentira pequeсa, frбgil, casi salva:
Le debo una canciу endurecida,
Una canciу asesina, bruta, sanguinaria.
Le debo una canciу al oportuno,
Al oportuno mutilador de cuanta ala:
Le debo una canciу de tono oscuro
Que lo encadene a vagar su eterna madrugada.
Le debo una canciу a las fronteras,
A las fronteras humanas, no a las del misterio:
Les debo una canciу tan poco nueva
Como la voz mбs elemental de los colegios.
Le debo una canciу a una bala,
A un proyectil que debiу esperarme en una selva:
Le debo una canciу desesperada,
Desesperada por no poder llegar a verla.
Le debo una canciу al compaсero,
Al compaсero de riesgos, al de la victoria:
Le debo una canciу de canto nuevo,
Una bandera comÑŠ que vuele con la historia.
Le debo una canciу, una, a la muerte,
Una a la muerte voraz que se comerб tanto:
Le debo una canciу en que hunda el diente
Y luego esparza con la explosiу fuegos del canto.
Le debo una canciу a lo imposible,
A la mujer, a la estrella, al sueсo que nos lanza:
Le debo una canciу indescriptible
Como una vela inflamada en vientos de esperanza.