Lagrimas De Dolor

Saratoga
Un lunes se marchó, quizá para nunca volver,
pero dejó su corazó a su amor más fiel.
No llamó, durante meses ni escribió.
La mujer comprendió su soldado cayó.
Y entre llantos suplicaba a su Señor:
"No le lleves, por favor".
Pero a sus plegarias nadie contestó.
Y la vida se quitó.
Lágrimas de dolor sobre un rostro sin voz.
La batalla apagó su corazó.
Esa estíºpida guerra cruel que te arranca la piel,
su veneno atacó, supo vencer.
Nadie le recibió el triste dí­a que volvió.
A su esposa llamó, el silencio habló.
"Cariño, ¿dónde estás? Ya no me iré nunca jamás".
Sobre un viejo silló la encontró sin color.
Y entre llantos maldecí­a a su Señor:
"¿Por qué ella y no yo?".
Y besándola en las manos la nombró,
antes de decir adiós.
Lágrimas de dolor sobre un rostro sin voz.
La batalla apagó su corazó.
Esa estíºpida guerra cruel que te arranca la piel,
su veneno atacó, supo vencer.