de esos que se quejan sólo por vicio. Si la vida se deja yo le meto mano y si no aíº me excita mi oficio, y como además sale gratis soñar y no creo en la reencarnació, con un poco de imaginació partiré de viaje enseguida a probarme otros nombres, a colarme en el traje y la piel entre todas las vidas, yo escojo un par de tibias y una calavera.