Me han dicho que hay un lugar
donde el sol del mediodí­a no quema,
donde las noches de luna llena
o te hacen llorar.
Me han dicho que en ese lugar
te la pasas recostada en la arena,
poniendo avisos, mujer
condena al que la haga sudar.
No sé por qué esa necesidad
de viajar tan lejos de la realidad,
poniéndote una careta en el corazó
pretendes olvidar.
El pasacalle en Campichuelo
aquellas noches que bajo un pañuelo
me decí­as "Mi amor,
yo nunca te voy a cambiar".
Prefiero naufragar en este mar
de corcheas locas de atar
hasta tus besos olvidar.
Prefiero perder el tiempo
tomando unas copas de bar en bar
y nunca nunca despertar.
Tendrí­a que haberle hecho caso a Joaquí­
cuando dijo lo que dijo esa vez
cuando esa mujer
se iba dándole la espalda.
Tendrí­a que haberle hecho caso,
y así­ saber bien
cómo era en realidad
tu frente, tu lengua y tu falda.
Por suerte me subí­ a un tranví­a
justo cuando me iba a atar a las ví­as,
que me dijo "Campeó,
puedo ayudarte en tu elecció".
Pero te advierto que este tren consejero,
que no sabe lo que es mirar atrás,
me ha dicho que en tu estació no va a parar.
Prefiero naufragar en este mar
de corcheas locas de atar
hasta tus besos olvidar.
Prefiero perder el tiempo
tomando unas copas de bar en bar
y nunca nunca despertar.